El estado norteamericano de Arkansas
ejecutó a dos reos en la noche de ayer, la primera vez que ocurre en
EEUU desde hace 17 años, siguiendo su plan de aplicar la pena capital a
varios condenados antes de que caduque un componente de la dosis mortal a
final de mes.
Jack Jones y Marcel Williams, condenados
en la década de 1990 por violación y homicidio en hechos diferentes,
recibieron la inyección letal, informó la fiscal general de este estado
del sur del país, Leslie Rutledge. Sus abogados lucharon hasta el último
momento para que no se llevaran a cabo las penas, pero varios
tribunales rechazaran sus recursos.
Jones, de 52 años, y Williams, de 46,
son el segundo y el tercer preso ejecutados en este estado, que
inicialmente había previsto aplicar la pena capital a ocho reclusos en
11 días. La última vez que un estado ejecutó a dos condenados el mismo
día fue el 9 de agosto de 2000 en Texas.
El controvertido programa de ejecuciones
de Arkansas ha desatado la polémica dentro y fuera de EEUU y ha
movilizado a los detractores de la pena de muerte. Esta batalla judicial
lleva por ahora tres ejecuciones -la primera se realizó el 21 de
abril-, cuatro suspensiones y planea otra el día 27.
Justo después de la muerte de Jones, los
abogados de Williams hicieron una última apelación alegando que su
ejecución no se había desarrollado de forma correcta. Los agentes
penitenciarios no lograron coloca bien el catéter en la zona central del
cuello de Jones, lo que les obligó a poner dos vías intravenosas
periféricas en sus brazos.
– “Luchaba por respirar” –
Entre seis y siete minutos después de
inyectar el primer componente que debía provocar un estado de
inconsciencia profunda, el reo “movía los labios y luchaba por
respirar”, explicaron en su informe.
La jueza federal Kristine Baker ordenó
suspender temporalmente la segunda ejecución para examinar la validez de
los argumentos de los letrados. El estado de Arkansas denunció de su
lado alegaciones “completamente infundadas”, señalando que la primera
ejecución se desarrolló conforme a las normas.
Tras levantar la suspensión temporal,
Williams recibió la dosis mortal. En las afueras de la prisión se
concentraron activistas contra la pena capital en una vigilia fúnebre.
El gobernador de Arkansas, Asa
Hutchinson, justificó a finales de febrero la necesidad de llevar
adelante este calendario de ejecuciones, un ritmo nunca visto en la
Historia estadounidense.
La Unión Europea, Amnistía
Internacional, Human Rights Watch y hasta el escritor John Grishman,
nacido en Arkansas, denunciaron el proyecto de ejecuciones “en cadena”.
– Sustancia criticada –
Los defensores de los condenados afirman
que una doble ejecución puede causar un peligroso estrés en los agentes
penitenciarios encargados de aplicar la pena capital. Hasta el jueves
pasado, Arkansas no había llevado a cabo ninguna ejecución desde 2005.
Las inyecciones letales están compuestas
por tres productos, que se administran uno tras otro. El que caduca el
30 de abril es el midazolam, un ansiolítico del que se dice que no sume
suficientemente en la inconsciencia al reo, lo que puede provocarle
grandes dolores.
Jack Jones violó y mató a una mujer de
34 años, Mary Phillips, y casi provocó la muerte de su hija pequeña. El
viudo de la víctima, James Phillips, aseguró que no le impresionaría ver
morir al asesino de su esposa.
“Hace casi 22 años que espero a que se
haga justicia. Es lo único que pido”, declaró a la cadena de televisión
THV11. Marcel Williams también violó y estranguló a una madre de
familia, Stacy Errickson, de 22 años.
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