En nuestra cultura, parece que nos encanta decirlo, y cuando los
opuestos verdaderamente se atraen (ya sea en películas o en la vida
real), nos sentimos fascinados. La rica sofisticada y el héroe de la
clase obrera. El chico popular y la nerd ratón de biblioteca. El enano y
el elfo.
Cuando surge el romance entre una pareja aparentemente dispareja, los
animamos. Esperamos ver qué clase de fuegos artificiales ocurrirán y
esperamos que su relación tenga éxito. Es como un cuento de hadas: dos
personas completamente distintas celebran sus diferencias (extremas) y
viven felices para siempre. ¡El amor verdadero gana!
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