8 de abril de 2014

La Seguridad Social no da tregua

En los últimos días se han venido publicando una batería de datos referidos a la Seguridad Social, concretamente los de la ejecución presupuestaria y datos de contabilidad nacional del ejercicio 2013 y la afiliación del mes de marzo de este año, que nos pueden ayudar a hacer un ejercicio de análisis de hacia dónde se encamina el sistema público de prestaciones sociales, más allá del pretendido y deseado cambio de tendencia que es señalado desde diversas fuentes.

De los datos publicados, se extraen varias ideas. Primera, y más significativa, la Seguridad Social vuelve a registrar números rojos, por tercer año consecutivo, 11.861 millones de euros, los peores datos de su historia.

 Un 1,16% frente al 1,4% estimado en la previsión corregida del año, que realmente no era la realizada cuando los presupuestos fueron elaborados y que era inferior al déficit finalmente alcanzado. Es más, el nivel contributivo está claramente en déficit, ya que los ingresos siguen cayendo (un descenso del 2,93% interanual) y los gastos creciendo (un 4,12% más); en concreto, el coste de las pensiones -invalidez, jubilación, viudedad, orfandad y en favor de familiares- fue de 108.580 millones (+4,9%). Los gastos solo crecen Por el lado de los gastos, siguen creciendo año tras año. A pesar de las diversas reformas de estos últimos años dirigidas a reducir el gasto total del sistema, el margen de actuación es pequeño en el corto plazo, ya que la pensión media y los años de supervivencia siguen aumentando lo que incrementa anualmente los costes del sistema. Aun así, las pensiones han perdido en sólo tres años (entre 2010 y 2013) entre un 3% y un 4% de su poder adquisitivo como consecuencia de la no revalorización de las pensiones en función de la evolución del IPC. Los ingresos por cotizaciones han caído sustancialmente, ya que la previsión del 2013 era de 102.839 millones de euros, pero al final se ha quedado en 98.093 millones, por debajo de los 100.000 millones de euros, la primera vez desde el año 2006. Ya la recaudación por cotizaciones sociales se redujo un 3,99% en 2012, hasta los 101.106 millones. Y eso a pesar de la estrategia del Gobierno que ha consistido en tratar de incrementar los ingresos con diversas medidas, a saber, desde el incremento del 5% al año sobre las bases de cotizaciones máximas, el aumento de las bases a los autónomos o la inclusión de los empleados de hogar en el régimen general. Esto muestra un claro deterioro del mercado laboral, base de la financiación del sistema de reparto. Las transferencias del Estado han aumentado hasta los 18.423 millones de euros, 6.000 millones de euros más respecto al 2012 al haber asumido el Estado la financiación de los completos por mínimos, es decir, el dinero que hay que destinar a cubrir la insuficiencia de cotizaciones a la Seguridad Social por parte de los trabajadores. Recuérdese que ha sido en el año 2013 donde se completó la separación de las fuentes de financiación de la Seguridad Social. Este hecho tiene dos lecturas. Una, claramente positiva, que es la culminación del proceso de clarificación de los recursos de financiación del sistema de la parte asistencial frente a la contributiva, que debería ayudar a estructurar la reforma del sistema. Otra, más preocupante, que muestra que la necesidad de financiación de los complementos por mínimos sigue subiendo, ya que alrededor del 27,5% de las pensiones necesitan ser complementadas para alcanzar la cuantía mínima significando que, cuantitativamente, el Estado necesitó transferir a los presupuestos de la Seguridad Social (vía transferencias corrientes) 7.620,63 millones de euros, que con anterioridad eran asumidos en su mayor parte por el sistema de Seguridad Social. Los datos de marzo recién publicados muestran sin embargo los mejores datos de afiliación desde 2007, ganando el sistema 83.984 cotizantes (el dato desestacionalizado muestra 25.000 nuevos cotizantes), lo que nos lleva a que haya ahora 115.013 afiliados más que hace un año. Es lógicamente el sector servicios, y más concretamente la hostelería, el que lidera el incremento de cotizantes, dado el peso de nuestra economía en esas actividades, y que no tiene tendencia a cambiar a pesar de la crisis. También es un indicador positivo que los contratos indefinidos aumentaron un 15% más que el año pasado, un ritmo ligeramente superior al de meses anteriores pero claramente inferior al aumento de la contratación temporal. ¿Gracias a la tarifa plana? Es pronto para confirmarlo pero probablemente habrá un trasvase de contratación temporal hacia indefinida de cara a aprovechar las bonificaciones. ¿Cambiará por fin la tendencia de los ingresos por cotizaciones? De momento no, dado el tremendo peso de las contrataciones a tiempo parcial, el ajuste salarial que afecta a las bases de cotización y el todavía escaso impulso en la creación de empleo. Parece complicado que la recuperación económica, aunque sea sólida, pueda, por sí sola, poner fin a la crisis del mercado del trabajo (que conlleva una crisis social) de los últimos años. Rocío Gallego, profesora titular de la Universidad Rey Juan Carlos. Leer más: La Seguridad Social no da tregua - elEconomista.es http://www.eleconomista.es/firmas/noticias/5688174/04/14/La-Seguridad-Social-no-da-tregua.html#Kku8mYV1egZUxUbX

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