30 de abril de 2014

Investigan si niño hispano muerto en El Bronx tomó King Cobra


Juan Sánchez, de cuatro años, murió el lunes presuntamente después de haber ingerido veneno para ratas en un edificio de Morrisania, El Bronx. El niño falleció en el hospital Columbia-Presbyterian,  donde había sido trasladado de urgencia el domingo.


Ese día, alrededor de la 1 p.m., el menor se sintió mal y empezó a botar espuma por la boca, mientras su cara se volvía morada. La mamá, Migdalia Morales, de origen puertorriqueño, dijo que su hijo ingirió el veneno dejado por un exterminador en el apartamento en el que vive la familia. Otra versión, dada por el hermano mayor del pequeño, es que éste tomó licor de una botella de King Cobra de 25 onzas que estaba en el pasillo del edificio, ubicado en el 976 de la avenida Tinton al sur del condado. Al cierre de esta edición, no se conocía aún el informe del forense.

La madre culpó de la muerte del menor al Departamento de Servicios para los Desamparados (DHS), que según ella y otros vecinos, administra un shelter (refugio) en el edificio. "Por su negligencia es que mi hijo está muerto", sostuvo la mujer. Un vocero del DHS negó que hubiera un albergue en el inmueble.

Morales agregó que DHS envía exterminadores una vez por mes para acabar con las ratas. "El problema es que ponen unos tarros de colores vivos que son atractivos para los niños", señaló. "Yo me aseguraba de esconderlos bien, pero ellos tiraron unos de esos tarros detrás del lavaplatos que caían a la gaveta, y niños son niños". Morales tiene otros cuatro hijos, de entre tres y 10 años.

"Es un edificio de porquería, me han acosado y he pedido que me transfieran pero no lo habían hecho", indicó la mujer, que se mudó allí en agosto pasado. "Hoy, un día después de la tragedia, me dijeron que sí me van a trasladar"

Una vecina que no se quiso identificar coincidió con Morales en que los exterminadores siempre dejan tarros para acabar con los roedores, pero señaló a la mujer como la responsable de lo sucedido al menor.

"Fue un descuido muy grande, no creo que haya sido culpa de DHS, sino de la mamá porque yo también tengo hijos pequeños y prefiero botar esos tarros que dejan y yo misma pongo las trampas para los ratones", manifestó. "Además, esos niños están muy descuidados, la mamá siempre los deja solos por mucho tiempo y con niños hay que estar siempre muy pendiente".

La Uniformada continua investigando el caso, incluyendo posible abuso infantil.
El menor será velado mañana jueves en la funeraria Daniel Shaefers, en el 4123 de la Cuarta avenida, en Brooklyn (calle 44), desde las 4 p.m. hasta las 8 p.m.

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