Panorama. República Dominicana tiene reservas de agua en algunas de sus principales presas, pero en todo caso la esperanza está cifrada en que la naturaleza siga favoreciendo con las lluvias para poder suplir la demanda.La sequía es algo que nadie se atreve a asegurar de manera exacta qué tan fuerte podría ser en un período equis, especialmente con los cambios climáticos que se conocen. En definitiva, manejar un pronóstico cerrado es complicado cuando se trata de largo tiempo.
Sin embargo, de acuerdo al predictor de la Oficina Nacional de Meteorología (Onamet), Bolívar Ledezma, desde la segunda quincena de abril y mayo comienzan a aparecer nubes de desarrollo que causan los aguaceros. Eso que dice Bolívar (encargado de Pronósticos de la Onamet) es lo que se conoce como “Período Convectivo”, donde comienzan a aparecer las nubes cumulonimbus, de gran desarrollo, que generan los truenos, relámpagos y aguaceros que en ocasiones pueden llegar a producir hasta cien milímetros en apenas una hora.
“Ya estamos caminando a lo que es el período lluvioso, y decimos eso porque inmediatamente concluye el período convectivo comienza la temporada ciclónica y comienzan a aparecer las ondas tropicales (por lo menos dos o tres de ellas por semana en el meridiano de República Dominicana) y eso es lo que hace que comience a menguar la falta de agua en toda la parte sur de la Coordillera Central, y cuando son más intensas se extienden y llegan más allá de esa parte”, explica Bolívar Ledezma. Por largos meses la sequía no le ha “sacado el cuerpo” al país, especialmente en zonas como la Línea Noroeste, donde la falta de lluvia ha obligado a mudar los ganados a otras provincias más fresca y con más condiciones para producir alimentos. “Hemos estado manejando la situación en la Sala de Agua, porque la sequía es algo que nadie puede predecir. Hay una reserva de agua, y se espera que abril y mayo, que suelen ser meses se lluvia, se manifiesten y que la naturaleza favorezca al país”, dice Olgo Fernández, director del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INDRHI). El funcionario, cuando habla con elCaribe deja claro que confía mucho en la providencia de Dios y la naturaleza. “Si en los meses que son de lluvia nos llega una sequía, entonces la situación sería más difícil. Eso es solo Dios que lo controla”, asegura.
La reserva existente de agua -al corte actual- está en la presa de Valdesia (que es uno de los puntos críticos); en Sabana Yegua, que está en un proceso de racionalización; y en Tavera y Rincón, que han tenido mejoras.
Sin embargo, de acuerdo al predictor de la Oficina Nacional de Meteorología (Onamet), Bolívar Ledezma, desde la segunda quincena de abril y mayo comienzan a aparecer nubes de desarrollo que causan los aguaceros. Eso que dice Bolívar (encargado de Pronósticos de la Onamet) es lo que se conoce como “Período Convectivo”, donde comienzan a aparecer las nubes cumulonimbus, de gran desarrollo, que generan los truenos, relámpagos y aguaceros que en ocasiones pueden llegar a producir hasta cien milímetros en apenas una hora.
“Ya estamos caminando a lo que es el período lluvioso, y decimos eso porque inmediatamente concluye el período convectivo comienza la temporada ciclónica y comienzan a aparecer las ondas tropicales (por lo menos dos o tres de ellas por semana en el meridiano de República Dominicana) y eso es lo que hace que comience a menguar la falta de agua en toda la parte sur de la Coordillera Central, y cuando son más intensas se extienden y llegan más allá de esa parte”, explica Bolívar Ledezma. Por largos meses la sequía no le ha “sacado el cuerpo” al país, especialmente en zonas como la Línea Noroeste, donde la falta de lluvia ha obligado a mudar los ganados a otras provincias más fresca y con más condiciones para producir alimentos. “Hemos estado manejando la situación en la Sala de Agua, porque la sequía es algo que nadie puede predecir. Hay una reserva de agua, y se espera que abril y mayo, que suelen ser meses se lluvia, se manifiesten y que la naturaleza favorezca al país”, dice Olgo Fernández, director del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INDRHI). El funcionario, cuando habla con elCaribe deja claro que confía mucho en la providencia de Dios y la naturaleza. “Si en los meses que son de lluvia nos llega una sequía, entonces la situación sería más difícil. Eso es solo Dios que lo controla”, asegura.
La reserva existente de agua -al corte actual- está en la presa de Valdesia (que es uno de los puntos críticos); en Sabana Yegua, que está en un proceso de racionalización; y en Tavera y Rincón, que han tenido mejoras.
Los núcleos de desarrollo han traído aguaceros ya
En Sabaneta el agua está racionalizada y en Monción ha habido un alivio también, según el INDRHI. En estos días han comenzado a aparecer núcleos y nubes de gran desarrollo que pueden generar lluvias. Así ha sido por lo menos esta misma semana, en la que ha habido lluvias, aunque no de gran intensidad. Incluso, la Semana Santa que recién finalizó llegó a bautizarse como una “Semana Santa hembra”, según dijo Bolívar Ledezma.
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