Un grupo de manifestantes fue dispersado el sábado por policías
antimotines tras una marcha convocada por estudiantes y opositores para
exigir el cese de la "represión" y la liberación de los detenidos
durante las recientes protestas contra el gobierno venezolano.
Cuando
la marcha opositora había terminado y la gente se retiraba, un grupo de
jóvenes contrarios al gobierno se enfrentaron a los agentes de los
cuerpos de seguridad, los cuales se encontraban desde temprana hora
apostados en las cercanías del edificio donde funcionan las oficinas del
Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
No hubo de inmediato reportes de heridos o detenciones.
La marcha fue convocada en las redes sociales y en declaraciones
para exigir que se respeten derechos como la libertad de expresión y la
manifestación pacífica, dos días después que varios cientos de militares
y policías arrestaron a 243 jóvenes que pernoctaban en cuatro
campamentos opositores en el este de la ciudad que fueron desmantelados,
lo que desató enfrentamientos callejeros en Caracas en los que murió un
policía.
El mayor de los campamentos desalojados estaba justamente frente a la sede local del PNUD.
El
desalojo coincidió con una sentencia reciente del Tribunal Supremo de
Justicia que establece que todas las manifestaciones deben contar con un
permiso.
La sentencia estableció que el derecho a la
manifestación consagrado en la Constitución "no es un derecho absoluto"
y, en consecuencia, dictaminó que en los casos que no medie un permiso
de las autoridades locales, la policía debe dispersarlas, aun si son
pacíficas.
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