10 de mayo de 2014

Investigación sobre caso Bengasi marca semana noticiosa en EE.UU.

La creación en la Cámara de Representantes de una comisión para investigar el ataque terrorista contra el consulado estadounidense en Bengasi, Libia, marcó aquí gran parte de la semana noticiosa que hoy concluye. Con 232 votos a favor y 186 en contra, el hemiciclo dio luz verde el jueves a la constitución de un panel que dilucide las circunstancias en las cuales murieron el embajador Christopher Stevens y otros tres estadounidenses, el 11 de septiembre de 2012.

El representante por Carolina del Sur y exfiscal federal, Trey Gowdy, será el encargado de presidir el panel, integrado por otros seis correligionarios, al tiempo que los demócratas sopesan su adhesión o no al mismo.

Mientras algunos miembros del partido gobernante temen que su participación legitime el panel, otros argumentan que deben estar presentes para contrarrestar los argumentos de los republicanos y defender a los testigos.

Los del denominado partido rojo acusan a la Casa Blanca de pintar un falso relato sobre el ataque en Bengasi con el objetivo de proteger al presidente Barack Obama, quien en ese momento se enfrascaba en su campaña por la reelección.

La semana pasada, el grupo Judicial Watch publicó un correo electrónico enviado por el viceasesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Ben Rhodes a la entonces embajadora de Estados Unidos ante Naciones Unidas, Susan Rice.

En el mensaje electrónico, el gobierno de Obama cursa instrucciones a Rice para explicar el suceso durante entrevistas con la televisión, además de sugerir hacer hincapié en que los ataques contra la sede diplomática se debía a un video antislamista contra el profeta Mahoma.

Luego, la administración reconoció que se trataba de una acción coordinada por la organización terrorista Al Qaeda.

Un editorial del diario The New York Times aseguró el viernes que el Partido Republicano manipula la tragedia de Bengasi con fines políticos, para convertirla en un escándalo que afecte al mandatario y a la exsecretaria de Estado Hillary Clinton.

Impulsar el tema en el Congreso es una oportunidad perfecta para el partido opositor de movilizar el ala antiObama, enardecer sus bases de apoyo y buscar más fondos rumbo a los comicios legislativos de noviembre, explicó.

De acuerdo con el rotativo, su esperanza es mostrar que el gobierno es corrupto y poco fiable, y si de paso afectan a Clinton, señalada como la potencial candidata demócrata a las elecciones presidenciales de 2016, mucho mejor.

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