Varias decenas de miles de personas
participaron ayer en Chile en una multitudinaria manifestación para
reclamar cambios en el modelo educativo, la primera gran movilización
estudiantil desde el regreso al poder de la presidenta, Michelle
Bachelet, en marzo pasado.
La marcha transcurrió de forma pacífica
y en un ambiente festivo hasta el final del trazado, en el Parque
Almagro, en el centro de Santiago, donde grupos de encapuchados
protagonizaron incidentes y se enfrentaron con la policía.
El
general de carabineros, Ricardo Solar, informó ayer que "tenemos 101
detenidos en las distintas comisarías, menores y adultos".
"Además,
hay al menos 20 policías heridos, tres de ellos quemados con bombas
incendiarias", señaló el oficial quién desmintió que carabineros haya
atacado a las personas que se encontraban en un escenario levantado en
el lugar.
Solar calificó de "tranquila y ordenada" la marcha,
durante todo su trayecto, aunque lamentó los graves disturbios que un
grupo de encapuchados protagonizaron al final de la manifestación.
"Un grupo minoritario de encapuchados organizados, atacó de forma agresiva a carabineros", enfatizó.
La
marcha, convocada por las principales agrupaciones de estudiantes
universitarios y de secundaria buscaba dar un nuevo brío a un movimiento
que desde el año 2011 ha realizado masivas movilizaciones para reclamar
una educación pública, gratuita y de calidad, y el fin al lucro en la
enseñanza.
La de este jueves fue la primera marcha estudiantil
desde que Michelle Bachelet asumió la Presidencia del país en marzo
pasado después de ganar unas elecciones en las que se comprometió a
introducir cambios de fondo en el sistema educativo y avanzar
gradualmente hacia la gratuidad.
Pese a las promesas de campaña,
las agrupaciones de estudiantes han expresado su desconfianza con el
Gobierno y han criticado la poca claridad de la reforma educativa que
Bachelet dijo que llevaría a cabo.
"Sabemos que el Gobierno no nos
va a responder de manera concreta y no va a atacar el problema
fundamental de la educación, que es su lógica mercantil", dijo a Efe
Lorenza Soto, portavoz de la Asamblea Coordinadora de Estudiantes
Secundarios (ACES), uno de los colectivos convocantes de la marcha.
Los
alumnos de secundaria reclaman que la enseñanza sea gratuita, terminar
con el copago de las familias en los colegios privados con subvenciones
estatales y que los recintos sean administrados por el Gobierno central y
no por los municipios, como sucede en la actualidad.
Tras haberse
reunido un par de veces con el ministro de Educación, Nicolás
Eyzaguirre, los dirigentes estudiantiles han destacado la ambigüedad de
sus propuestas en puntos que para ellos son fundamentales, como la
gratuidad y el fin del lucro.
Naschla Aburman, presidenta de la
Federación de Estudiantes de la Universidad Católica (Feuc), destacó la
intención de los agrupaciones de alumnos de participar en la elaboración
de la reforma del Gobierno.
"Creo que es fundamental que demostremos que somos muchos y que tenemos propuestas", dijo la dirigente.
Por
otro lado, Tomás Leighton, portavoz de la Coordinadora Nacional de
Estudiantes Secundarios (Cones), señaló que hay "ciertas indefiniciones"
en el Gobierno y el Ministerio de Educación que les llevan a observar
el asunto con "escepticismo".
Los manifestantes, que los
organizadores cifraron en 100.000 y la policía en 40.000, se congregaron
en la céntrica Plaza Italia y luego caminaron por la Alameda, la
principal arteria de la ciudad.
La larga caravana de manifestantes
avanzó por la Alameda y pasó por delante del Palacio de La Moneda, sede
del Ejecutivo, y del Ministerio de Educación, algo que no ocurría en
una manifestación de este tipo desde hace dos años.
Paralelamente a
la movilización de Santiago, hubo marchas estudiantiles en ciudades del
norte, centro y sur del país, como Iquique, Calama, Copiapó,
Valparaíso, Temuco, Valdivia, Osorno y Punta Arenas.
Según datos
policiales, en Concepción se registraron 22 detenidos mientras en la
ciudad de Valparaíso, 17 jóvenes y adultos fueron trasladados a las
cuarteles policiales.
La movilización de Valparaíso contó con la
presencia de las diputadas Camila Vallejo, Karol Cariola y del
parlamentario Giorgio Jackson, antiguos dirigentes estudiantiles en
2011, cuando el movimiento puso en jaque al Gobierno del entonces
presidente Sebastián Piñera.
En Santiago se manifestó Gabriel
Boric, otro diputado y exlíder de los estudiantes, quien consideró que
el Gobierno de Bachelet "ha pasado de las ambigüedades a las
contradicciones".
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