29 de julio de 2016

Pedir en los semáforos no es exclusivo de los Dominicanos

Muchas veces nosotros decimos la frase "Eso solo se ve en nuestro pais", y eso no es verdad, esta foto que ven fué tomada en pleno Mexico, DF por este servidor y este mismo problema o peor lo tienen los boricuas. Chequea el siguiente relato de un boricua sobre el tema en Puerto Rico.
Lo que me llamó la atención fue su descripción de lo que nos ocurre a tod@s cuando salimos en el automóvil. Miren a ver si no se identifican con este relato:
 
Imaginemos por ejemplo el encuentro clásico: Usted va por ahí guiando, se detiene en la luz roja, y ahí está: El deambulante, el tecato, “el que pide”. (Casi nunca oigo que lo llaman el pordiosero, o el mendigo. Siempre es el deambulante, el tecato, “el que pide”.) Es fácil imaginarlo porque si usted maneja un auto, esto es parte de su cotidianidad. Suele ser un personaje familiar, tiende a estar en esa luz a esa hora del día, anda con un vasito o algún otro recipiente. Lo interesante de este encuentro es que a pesar de ser tan común, y tan predecible, genera todos los días una pequeña crisis moral. Una crisis no en él, en el que está ahi, con su vasito, sistemáticamente trabajando la fila de autos, no: La mini-crisis moral se genera en el conductor. En el potencial dador. Especialmente si lleva pasajeros. Digamos que se trata de usted.

Le doy chavos. No le doy chavos. Si le doy chavos se los va a gastar en droga. Le puedo dar esta manzana, o este café, que me estaba llevando al trabajo, mejor. Darle comida. Yo le di chavos ayer…hoy puedo tal vez hacerle una mueca triste indicando, con verdad o sin ella, que no tengo chavos. O mirar obstinadamente hacia al frente, como si no lo viera, hablar mas fuerte por mi celular, conscientes de que me está mirando y haciendo gestos en mi dirección. O mover la cabeza con firmeza, en un gesto de NO…

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