Cuando un joven decide confesar a sus familiares que siente atracción hacia el mismo sexo los padres reaccionan enemistándose y distanciándose.
“Rompen los vínculos, lo apartan y lo excluyen de la familia y muchas veces tienden a ignorarlo dentro de la casa”, asegura el psiquiatra y pasado presidente de la Sociedad Dominicana de Sexología, José Miguel Gómez.
Gómez explica que ese rechazo genera un proceso psicoemocional a la persona afectada. Durante esa etapa muchos se deprimen, otros hacen un trastorno de ansiedad, presentan bajo rendimiento escolar, padecen ataques de pánico, somatizan enfermedades físicas y algunos pueden tener ideas suicidas.
Es por ello que este experto de la conducta recomienda a los padres ser receptivos cuando su hijo o hija se acercan a comunicarles su inclinación sexual.
“Cuando esto se da lo preferible es que los padres puedan hablar, tener una conversación con el adolescente y escucharlo. No es juzgarlo, rechazarlo, discriminarlo, no es excluirlo, no es amenazarlo, es simplemente tener una conversación para comprenderlo”, subrayó.
Dijo que algunos padres optan por aceptar la homosexualidad de su hijo, pero le prohiben visitar a sus familiares con la pareja.
“Ahí es donde viene que el muchacho adolescente se deprime, se siente rechazado por la casa y se da la crisis dentro del vínculo familiar”, apuntó Gómez.
Qué hacer con la preferencia sexual de un hijo
Un preadolescente o adolescente se encuentra redefiniendo lo que es su identidad sicosexual. Durante la adolescencia se atraviesa por una etapa que puede ser transitoria y se presta a confusión.
Cuando esto sucede, los padres deben buscar la ayuda del sicólogo clínico, psiquiatra o terapeuta sexual, para que el profesional de la conducta establezca una historia sicosexual con el adolescente para identificar si ha habido historia de violación o acoso sexual, traumas que le estén afectando desde su niñez.
“Si ha tenido un desarrollo sicosexual normal y sano, entonces tú vas a tratar con él de identificar cuáles son sus necesidades en términos de orientación sexual. Es por moda, influencia o realmente él tiene una orientación homosexual. Lo segundo, se le pregunta si se está masturbando, y en la masturbación, cuáles son sus fantasías. Si hay algo que establece mucho la preferencia de la orientación en la adolescencia son las fantasías con que él satisface su deseo sexual”, argumentó.
Si se comprueba que el joven tiene realmente una orientación homosexual o lésbica y está consciente de lo que es eso, entonces el especialista establece si ha tenido paridad para saber cómo se ha manejado.
“De ahí en adelante, si ya es un homosexual, entonces tú le trabajas lo que es una sexualidad responsable, lo que es la autoestima dentro de la homosexualidad y cómo mantener la relación con los padres”, explicó.
Según el terapeuta, lo último que se trabaja es un proyecto de vida para que el joven entienda que debe mantener sus objetivos, una relación estable, duradera y responsable, sin importar la condición homosexual o heterosexual que tenga.
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