El Gobierno alemán instó ayer a abandonar el país al máximo responsable
de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de Estados Unidos en la
Embajada de Berlín, tras destapar dos presuntos casos de espionaje en la
última semana. El supuesto espía en el Ministerio de Defensa,
interrogado antier por la fiscalía, ha sido la gota que ha colmado el
vaso del Ejecutivo alemán, después del arresto de un presunto agente
doble la semana pasada y las revelaciones de hace un año del extécnico
de la CIA, Edward Snowden, sobre las que Estados Unidos aún no ha dado
explicaciones.
En un comunicado, el portavoz del Ejecutivo alemán, Steffen Seibert,
aseguró que este paso se ha tomado “a la luz de la investigación que
lleva a cabo el fiscal general” en torno a los dos últimos casos y
teniendo en cuenta “los meses transcurridos sin obtener respuestas sobre
las actividades de los servicios secretos de EEUU en Alemania”.
El jefe de la CIA en la embajada estadounidense en Berlín debe abandonar
el país en los próximos días para evitar un proceso formal de
expulsión, que implicaría declararlo primero “persona non grata”, una
decisión sobre la que la legación estadounidense ha preferido no
pronunciarse. Seibert, con palabras medidas, agregó que el Gobierno
alemán se toma “muy en serio” este asunto, pese a que considera
“indispensable” una cooperación “estrecha y en confianza” con Washington
“en interés de la seguridad de sus ciudadanos y de sus misiones en el
extranjero”.
En términos muy similares se expresó poco después la Casa Blanca, que
tildó de “esencial” que Estados Unidos y Alemania continúen su
cooperación en todo tipo de áreas, pese a la reacción de Berlín al
escándalo.
El portavoz del Gobierno alemán advirtió por su parte que para mantener
unas relaciones bilaterales cercanas son “necesarias” la “confianza
mutua” y la “transparencia”, dos elementos que Berlín “ofrece y espera
de sus socios más estrechos”.
El ministro de Interior, Thomas de Maiziáre, avanzó que Alemania está
decidida a “fortalecer” la protección de sus comunicaciones y las
labores de contrainteligencia, “esenciales” para la defensa de la
democracia.
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UNA INVESTIGACIÓN EN CONJUNTO
Poco antes del comunicado del este comunicado leído por el portavoz gubernamental, la canciller, Angela Merkel, había abogado en una rueda de prensa por esperar a que la fiscalía concluyera su investigación para estudiar posibles consecuencias.
UNA INVESTIGACIÓN EN CONJUNTO
Poco antes del comunicado del este comunicado leído por el portavoz gubernamental, la canciller, Angela Merkel, había abogado en una rueda de prensa por esperar a que la fiscalía concluyera su investigación para estudiar posibles consecuencias.
Merkel tachó de “pérdida de energía” el espiar a socios cuando hay
“enormes problemas” en la actualidad como el del terrorismo yihadista,
porque es preciso “concentrarse en lo esencial”.
“La guerra fría ha concluido”, las tareas de los servicios secretos en
el siglo XXI deben ser otras muy distintas, y lo fundamental es mantener
la “confianza” entre aliados que “comparten valores”, manifestó. “En
estos tiempos lo decisivo es mantener la confianza, porque más confianza
significa más seguridad”, argumentó. En analista estadounidense Edward
Snowden reveló que EE.UU. llevaba a cabo una intensa actividad de
inteligencia en Alemania, donde intervenía millones de comunicaciones y
mantenía pinchados varios teléfonos, entre ellos un móvil de Merkel.
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