Felipe VI será proclamado rey de España cuando el país emerge de una
larga recesión, una coyuntura económica compleja que sin embargo era
sensiblemente más dramática cuando en 1975 llegó al trono su
padre, Juan Carlos I, ya que aquel año comenzaba una durísima crisis.
Todos los expertos consultados coinciden en que la situación
económica española es ahora "menos mala" que hace 39 años, aunque ahora
empeoró la actitud de los ciudadanos y la ilusión se ha transformado en
desánimo.
Esto "puede chocar teniendo en cuenta el impacto de la actual crisis,
pero la capacidad del país para producir riqueza era inferior y la
renta per cápita estaba en niveles mucho más bajos", asegura el
secretario general del centro de estudios ESADE, Francisco Longo.
En 1975 la riqueza media por habitante y año era de alrededor de 569
euros (entonces 94.823 pesetas), según datos de 1976 del Instituto
Nacional de Estadística (INE), y a cierre de 2013 es de 22.279 euros, 39
veces más.
"La situación era tremenda, pero la gente estaba dispuesta a aceptar
penalidades muy serias en pro de la transición a la democracia tras la
muerte de (Francisco) Franco. Ahora estamos como los niños ricos que se
oponen a todo", opina el profesor, economista e historiador Gabriel
Tortella.
Cuando el rey Juan Carlos llegó al trono en noviembre de 1975, España
sufría la crisis internacional del petróleo, que estalló en 1973 y
llegó a multiplicar por diez el precio del crudo.
Una crisis europea que, "como siempre, llegó más tarde a España y con
mayor intensidad. Y tampoco es una excepción que las políticas de
ajuste se empezaran a aplicar mucho más tarde", explicó Almudena Cemur,
coordinadora del servicio de estudios del IEE.
Los últimos gobiernos franquistas habían subvencionado la subida del
petróleo, con enormes repercusiones para las cuentas públicas, pero en
la transición acabaron por trasladarse a los precios, lo que generó una
inflación rampante.
En contraste con lo que ocurre ahora, en que se habla del peligro de
deflación (bajada continuada de precios) y el Banco Central Europeo
(BCE) toma medidas para evitarla, cuando Juan Carlos I llegó al trono se
registró una subida de la inflación del 13,9 % interanual, que llegaría
al 19,8% en 1978.
En paralelo a la escalada de la inflación, y en plena
desindustrialización, España empezó a sufrir con más saña la lacra del
desempleo.
Si bien las cifras eran mucho menos importantes que en la actualidad
-cerca de un 26 % de la población activa- de nuevo el problema era que
entonces iban a más, sin que además hubiera subsidio de desempleo.
"La capacidad de la economía española para generar empleo era
inferior a la actual. Las empresas del sector exterior están tirando muy
fuerte de la economía", dice Longo.
Este es precisamente otro de los aspectos reseñables del gran cambio
de la economía española: hace 39 años el valor de las exportaciones
españolas era de 2.651 millones de euros (441.091 millones de pesetas) y
en 2013 ha llegado a los 234.239,8 millones de euros.
Hay un aspecto en el que España ha empeorado y que, según el profesor Tortella, "pagarán nuestros nietos": la deuda pública.
En 1975 era de 3.496 millones de euros (581.842 millones de pesetas,
un 9,84 % del PIB), y cuando llegue Felipe VI al trono es de 990.466
millones de euros (un 96,8 % del PIB), según el último dato disponible.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario