Madrid (España).- El presidente del Gobierno español y del Partido Popular (PP, centroderecha), Mariano Rajoy, atribuyó este lunes al desgaste por la crisis económica la clara derrota de su partido en las elecciones regionales andaluzas del domingo, pero no la ve extrapolable a toda España.
Los socialistas, que gobiernan en Andalucía (8,3 millones de habitantes) desde hace más de tres décadas, seguirán en el poder tras conseguir 47 de los 109 escaños del Parlamento regional, a pesar de bajar cuatro puntos porcentuales, debido a que el descenso del PP ha sido aún mayor: ha perdido catorce puntos y diecisiete diputados (queda con 33).
Las ejecutivas de los diferentes partidos analizaron hoy esos comicios regionales, cuyo interés aumenta porque este año se celebrarán en España votaciones para renovar trece regiones y 8.000 ayuntamientos (en mayo) y las legislativas (previstas para noviembre).
Con vistas a esas citas con las urnas Rajoy no pareció sentir hoy especial preocupación y, ante la dirección de su partido, admitió el desgaste del PP al gobernar en tiempos de crisis, pero apuntó que los resultados de Andalucía no son extrapolables a nivel nacional.
Más en concreto, Rajoy mostró ante sus correligionarios su convicción de que el PP será la fuerza más votada en los comicios municipales y autonómicos de mayo, informaron a Efe fuentes del partido.
El líder popular recordó que su formación fue la más votada en cinco de las ocho cinco capitales de provincia, aunque en conjunto perdió medio millón de votos respecto a los comicios regionales de hace cuatro años.
"Seguimos trabajando pegados a la calle y defendiendo nuestros valores", escribió Rajoy en su cuenta de twitter tras la reunión de la dirección del PP.
El candidato del PP en estos comicios fue Juan Manuel Moreno, una apuesta personal de Rajoy, que era poco conocido previamente aunque era secretario de Estado de Servicios Sociales e Igualdad.
La ganadora de los comicios fue la socialista Susana Díaz (40 años) que preside el gobierno regional desde septiembre de 2013, aunque llegó por la dimisión de su antecesor y que ahora ha superado el reproche de algunos de que era presidenta sin haber ganado en las urnas.
Díaz cuenta con importantes apoyos entre dirigentes históricos del PSOE, que son vistos como un eventual respaldo a su futuro salto a la política nacional.
Desde julio de 2014 el secretario general socialista es Pedro Sánchez (43 años), quien hoy, ante la prensa, eludió comentar si teme por su liderazgo.
Por eso, al opinar sobre el triunfo socialista en Andalucía, Sánchez aseguró que la "victoria de Susana Díaz es la victoria del conjunto del socialismo español".
Para el líder del PSOE, la victoria de Díaz es un "paso firme y decidido por ese cambio seguro que España necesita y anhela".
Las elecciones de ayer han supuesto la irrupción de dos partidos jóvenes, Podemos (izquierda) y Ciudadanos (liberales centristas), que se presentan como regeneradores de la democracia frente a los casos de corrupción de PP y PSOE y su gestión de la crisis económica.
Podemos, con quince escaños, aparece en diferentes encuestas disputando al PSOE el papel de primer partido de la izquierda a nivel nacional.
Sin embargo, hoy una de sus dirigentes nacionales, Carolina Bescansa, reconoció que aunque los resultados de las elecciones andaluzas han abierto un proceso de cambio irreversible, el paso dado por Podemos no ha sido lo "suficientemente largo" para liderar ese cambio, lo que sugiere un punto de insatisfacción.
La cuarta fuerza, Ciudadanos, que surgió hace unos años en Cataluña, ha salido ahora de esa región y amenaza con quitar votos al PP con vistas a las próximas elecciones locales y legislativas.
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