Kentucky Fried Chicken o KFC es una cadena muy famosa cuya especialidad es el pollo frito. En España hasta los últimos años no era tan conocido, pero en el resto de Europa y sobre todo en EEUU e incluso Japón, que hasta celebra cenas de Nochebuena (si no os lo creéis atención a este post), es muy conocido. Yo no había ido jamás a un Kentucky Fried Chicken, y fui por primera vez en Febrero de 2011 en Londres.
Tengo que reconocer que aunque no me llamaba mucho la atención las alitas fritas estaban buenísimas. El secreto está en el rebozado que usan, y aunque es una especie de receta secreta hoy vamos a enseñaros una que aunque no sea exáctamente igual se acerca mucho y está increíblemente buena.
Ingredientes (2 personas)
6 alitas de pollo Harina Leche y agua Pimentón dulce, curry en polvo, pimienta, tomillo, orégano y estragón Aceite Sal
Preparación de alitas de pollo fritas Ketuncky Fried Chicken
Para hacer unas alitas de pollo al estilo Kentucky Fried Chicken hay que seguir una receta muy sencilla, y el único truco está al final, cuando freímos, pero vamos a empezar por el principio.
Tenemos que mezclar 350-400 gramos de harina con 2 cucharadas de pimentón dulce, dos de curry en polvo y una de tomillo, una de orégano, una de estragón, una de pimienta y una pizca de sal. Removemos todo para que se junte bien.
Ahora lo separamos en dos boles a partes iguales, una será para marinar y otra para hacer el rebozado. En uno de los boles añadimos un chorrito de leche (como un chupito) y vamos echando agua y removiendo hasta que se hace una mezcla líquida pero sin perder del todo el espesor. Aquí marinaremos las alitas cortadas en dos, para separar muslito de alita, durante unas 3 horas, aunque si tienes mucha prisa a partir de 1 hora nos sirve.
Cuando haya transcurrido ese tiempo tenemos que pasar a la parte final del proceso, que es la más complicada. Calentamos aceite a toda potencia y pasamos las alitas del marinado una por una por la mezcla de harina que teníamos reservada para rebozar, y de ahí lo pasamos a la sartén con aceite. El secreto para que nos salgan bien está aquí, porque nos enfrentamos a dos problemas. Por un lado necesitamos el aceite suficiéntemente caliente para que cree esa costra típica crujiente del KFC, pero si está demasiado caliente las alitas nos quedarán crudas. El truco están en meterlas al aceite muy caliente durante un minuto y luego bajarlo al 6 durante unos 8 minutos para que se hagan bien las alitas, para por último volver a subirlo a tope unos 2 minutos y que dé el toque final.
Hay gente que usa como truco meterlas en el horno después de freírlas para que se hagan del todo por dentro, pero a mí no me gusta demasiado esa técnica ya que ablanda mucho la costra.
Por último pasamos las alitas del FKC por papel absorbente para quitar bien el aceite que sobra y las servimos para disfrutar. Están excelentes con una mostaza a la miel, pero te aconsejo que las pruebes sin nada para que disfrutes de esa deliciosa costra que se ha hecho alrededor.
Resultado
Han quedado espectaculares, casi como las alitas originales del Kentucky Fried Chicken, y la verdad es que de vez en cuando apetece mucho tomar algo así.
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