Temen que casas caigan al río Yaque

Santiago. Lo que inició con la mudanza de una primera familia a un terreno donado por el Estado, se ha convertido en improvisado barrio con viviendas a punto del colapso en el sector La Otra Banda.Al menos nueve casas se encuentran en riesgo de desplomarse y caer en las aguas del río Yaque del Norte, debido a que fueron levantadas en la orilla de un barranco. 

Para llegar hasta el improvisado barrio, los habitantes deben atravesar la calle La Paz hasta un angosto espacio que le permite desplazarse a pies. 

Yamilka Ureña Rosario recuerda que la primera en mudarse a la boca del puente de la Otra Banda fue su madre, María Rosario, en un solar que presuntamente le entregó la entonces gobernadora provincial Rosita Fadul. Con las pasadas lluvias de noviembre, una vivienda quedó a punto de caer al río y muchos temen que de registrarse aguaceros de mayor magnitud otros corran la misma suerte.

Contaminación “La situación de esas familias es muy difícil, se han ido mudando poco a poco y pueden en cualquier momento vivir una tragedia”, refiere Yamilka Ureña Rosario, al tiempo que reconoció que algunas se han quedado porque las dificultades económicas no les permiten irse a otro lugar más seguro. Una gran parte de los desechos fecales de las letrinas que fueron construidas, así como la basura va a parar al río Yaque del Norte. En el otro extremo, a la entrada a la Otra Banda, al suroeste de Santiago, la alcaldía rescató un espacio y construyó un pequeño parque de diversión. Los residentes en la barriada consideran necesario asumir la protección de la zona y buscar un lugar a las familias que se encuentran a escasos metros del río Yaque. Entienden que además, la alcaldía debe embarcarse en mantener la protección de los árboles en la ribera de la principal fuente acuífera con que cuenta el país. Santiago tiene muchas zonas de alto riesgo De acuerdo con un informe dado a conocer por la dirección regional de la Defensa Civil, Santiago cuenta con unas 52 zonas vulnerables ubicadas próximo a cañadas, barrancas y proximidades de arroyos y ríos. De acuerdo a este reporte, unas seis mil familias corren peligro ante posibles deslizamientos de tierra, inundaciones y otros fenómenos atmosféricos.