Si eres de las que aplaza el despertador dos o tres veces antes de
tomar el impulso y pararte de la cama, pon en práctica estos consejos.
Levantarse temprano significa para muchos, una tarea maratónica a la
que se tienen que enfrentar cada mañana. Sin embargo, vale la pena
hacerlo, ya que trae diversos beneficios para la salud. Un reloj
biológico disfuncional, provoca mayor cansancio si mencionar que en las
primeras horas del día, tanto el cuerpo como la mente, logran un mayor
nivel de productividad.
1. Vete a la cama más temprano. Aunque parece una obviedad, lo
primero que debes tener en cuenta es que entre más tarde te acuestes,
más difícil será levantarte al día siguiente. Los expertos recomiendan
descansar entre 7 y ocho horas.
2. Cena ligero. Consumir alimentos ligeros en la noche y por lo menos
dos o tres horas de ir a la cama, es fundamental. La digestión de una
comida pesada en horas de la noche podrán quitarle calidad a tu sueño.
3. Convierte la hora de dormir en todo un ritual, generando el
ambiente propicio para la relajación. Tomar un baño, hacerte un masaje y
disfrutar de una bebida caliente son pequeñas acciones que le avisarán a
tu cuerpo que es hora de dormir.
4. ¡Desconéctate! Apaga tu celular y el televisor. La luminiscencia
de las pantallas reduce la melatonina –hormona encargada de regular el
sueño- interfiriendo en tu tarea de descansar plenamente.
5. Como ya mencionamos un buen descanso garantiza, en buena medida,
que al día siguiente te despiertes fresca y con toda la energía.
Realizar ejercicio, oxigenará y relajará tu cuerpo permitiendo que
concilies el sueño fácilmente. No es necesario que sea una rutina
extrema, con salir a caminar o trotar es suficiente.
6. Establece un horario fijo para irte a dormir y despertar y procura
cumplirlo. Esto hará que el cuerpo se acostumbre a la rutina y lo
convierta en un hábito.
7. ¿Qué tal si cambias ese molesto sonido del despertador por tu
canción favorita? Una melodía alegre hará que comiences del día con la
mejor actitud y muy bien humor.
8. Adquirir el hábito de despertarse temprano es cuestión de tiempo.
Pero mientras lo logras, prueba colocando el despertador al otro lado de
la habitación. Así evitarás el tan común ‘5 minutos más’ y te sentirás
obligada a pararte de la cama para silenciarlo. Una vez de pie,
aprovecha y toma una buena ducha fría.
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