Mientras altas figuras de la política, el gobierno y el Congreso
Nacional eran conducidas a la cárcel por el caso Odebrecht, el
presidente Danilo Medina seguía ayer de cerca, desde el Palacio
Nacional, el desarrollo de esos operativos, a través de la televisión y
otros medios de comunicación. El mandatario llegó a la casa de gobierno y
de inmediato inició sus labores habituales con normalidad.
Desde su despacho siguió de cerca los reportes televisivos sobre los
arrestos. Despachó temprano con el director del Departamento Nacional de
Investigaciones (DNI), Sigfrido Pared Pérez, mientras algunas citas
pautadas fueron suspendidas. Su equipo de colaboradores y funcionarios
más cercanos se concentró en conocer los detalles del caso.
Los pasillos lucían despejados y fueron casi nulas las visitas, tanto en las oficinas como en el despacho presidencial.
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