Y de buenas a primeras se le ocurre al director del Cuerpo Especializado
de Seguridad Turística erradicar a los parqueaderos informales de la
Ciudad Colonial.
Cualquiera diría que la acción del coronel José Rafael Sosa Domínguez es
pertinente, ya que en realidad, esas personas no tienen autorización
para ejercer de auxiliares de parqueos y como vigilantes alternos de los
vehículos que frecuentan la Zona Colonial.
Sin embargo, he aquí que los parqueaderos del casco antiguo de la
Capital no son del todo informales, sino que cubren una necesidad que se
ha hecho habitual para los residentes, visitantes y personas que
laboran en esa área.
Resulta que ni la Policía Nacional; ni la Policía Municipal, que depende
del Ayuntamiento del Distrito Nacional; ni las patrullas mixtas; que
incluyen militares; ni mucho menos la Policía Turística del Cestur,
garantizan la seguridad de los vehículos estacionados allí.
No se comprende entonces la impertinencia de Cestur de impedir la
presencia y labor de los parqueaderos, ya que ellos constituyen la
alternativa ante el déficit de vigilancia.
Además, en un país caracterizado por el alto índice de desempleo, esta
gente encuentra la forma de reunir unos pesitos para sobrevivir.
Es preciso resaltar que los parqueaderos de la Zona aceptan lo que le dé
el usuario, e incluso, se quedan tranquilos si no se les entrega
ninguna propina.
Esa realidad contrasta con lo que sucede en lugares donde se montan
actividades eventuales para el gran público, por ejemplo, en el Centro
Olímpico Juan Pablo Duarte, o ahora, en la Feria del Libro que se
efectúa en la Plaza de la Cultura.
Usted puede estacionarse a distancia de donde se produce la actividad y
cuando se desmienta aparece un pendejo que le entrega un “ticket” que le
compromete a pagarle al sujeto la suma de cien pesos por su
cuestionable servicio.
Pero de vuelta a la Zona, según testimonios de varios de los
parqueaderos de la calles Sánchez y Arzobispo Nouel, las fuerzas bajo el
mando del supervisor general de Cestur, coronel sosa Domínguez, los
sacaron a golpes y empujes de las calles donde se ganaban la vida.
Tras los trabajos de remodelación de Ciudad Colonial. Es imposible
encontrar donde estacionarse en calles como Las Damas, Arzobispo Meriño,
Luperón y José Gabriel García
Habría que ver si el coronel Sosa Domínguez se va a hacer responsable de
los robos de gomas de repuesto, baterías, centros y espejos
retrovisores, por no decir de carteras, laptops y celulares, que
probablemente arreciaran, ahora que no están los parqueaderos en Ciudad
Colonial.
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