30 de agosto de 2016

Kathleen Martínez, una dominicana reescribiendo la historia de Cleopatra

Kathleen Martínez es una joven arqueóloga dominicana que ha trabajado durante meses en Alejandría en busca de la tumba de Marco Antonio y Cleopatra. Su fascinación por la última reina del Antiguo Egipto la llevó a trabajar en busca del que podría considerarse uno de los mayores hitos arqueológicos de la edad antigua.

La exploradora, entrevistada por los comentaristas del “El Gobierno de Mañana”, cuenta de manera jocosa como su determinación por descubrir la tumba de estos personajes llevó a su gente más cercana a evaluar la necesidad de asistencia psiquiátrica.

En dos mil años han sido muchas las misiones que se han propuesto realizar este hallazgo sin éxito. De ahí que los padres de la historiadora intentaran desmotivarla en la elección de su carrera. No obstante, la pasión que sentía desde niña por la arqueología y sus ganas de romper los mitos atribuidos a la reina le impidieron desistir.

 “La primera dificultad que tuve fue aquí en República Dominicana. No nos creemos capaces de tener ideas o no podemos tener las ideas que desarrollan científicos de otros países; el primer reto fue vencer ese no podemos, porque realmente sí podemos”, expresó con determinación.
La segunda barrera a romper fueron los temores familiares. Sostuvo que en algún momento este factor privó y estuvo a un paso de desistir. Decidió explorar en Google y entender qué tipo de personas habían logrado grandes cosas y si para lograrlo gozaron de alguna característica extraordinaria. Al ver que no, decidió viajar a Egipto e intentarlo.
Kathleen se define dominicana de pura cepa, latina, creyente de la capacidad que tiene como mujer y ser humano, además perseverante: “Creo que cuando uno tiene una meta y se esfuerza la perseverancia siempre da frutos”.
Su teoría
Explica que su teoría consistió en buscar la tumba de Cleopatra en las afueras de Alejandría. “Lo más difícil fue ubicar donde se encontraba, desarrollé la teoría en la que ubiqué la tumba de Cleopatra en un templo a las afueras de Alejandría; si mi teoría era correcta iba a encontrar túneles y cámaras subterráneas y las hemos encontrado. Pero esos túneles están a 25 metros de profundidad, llenos de grandes bloques de piedras, escombros y solamente bajar ahí es difícil, hay serpientes, escorpiones y se nos complica, de hecho solo podemos bajar 30 metros en cada temporada”.
El hecho que Cleopatra era una estratega, le hizo pensar que no iba a permitir ser enterrada en un área de palacio donde los romanos encontrarían su cuerpo y lo irrespetarían, para los egipcios lo más importante era la vida después de la muerte.
Kathleen Martínez entiende que la reina guerrera buscó un lugar donde fuera llevada a un templo para ser momificada, posteriormente la desaparecerían para que los romanos no encontraran su tumba ni la de Marco Antonio.


Hasta el momento, las evidencias científicas recabadas por su equipo, compuesto por treinta trabajadores y seis arqueólogos que remueven las arenas del templo de Taposiris Magna, confirman la existencia en el lugar de una tumba de algún personaje histórico importante.

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