Por Osvaldo Rodríguez Martínez
Panamá, 4 oct -El reporte reciente de la investigación periodística Pandora Papers (Papeles de Pandora) destapó nuevamente, de forma selectiva, el mundo opaco de las sociedades de papel y su utilidad para esconder fortunas.
Otra vez Panamá está en el ojo del huracán bajo el peligro de continuar con el estigma de «paraíso fiscal», mientras las revelaciones apuntan con fuerza a la firma de abogados Alemán, Cordero, Galindo & Lee (Alcogal) como la operadora de la mayor parte de los registros revelados, tras la filtración de 11,9 millones de documentos.
Como ocurrió en 2016 con el bufete Mossack-Fonseca, vinculado a los Papeles de Panamá, Alcogal pudiera correr igual suerte y verse obligado a desaparecer, con lo que el mercado de las sociedades offshore (fuera de la plaza) pierde a un fuerte competidor y facilitará redistribuir a sus clientes, opinaron analistas locales.
DEFIENDEN «LEGALIDAD» DE SUS OPERACIONES
En un intento de sobrevivencia, los abogados atacados por Pandora se defendieron al explicar públicamente la «legalidad» de la actividad que realizan, bajo procedimientos estrictos de la debida diligencia, y que los ejemplos presentados por los periodistas datan de antes de las regulaciones nacionales para este sector.
Pero esconder fortunas en jurisdicciones fuera del lugar donde se genera la riqueza, persiguen objetivos como enmascarar los dueños o evadir impuestos estatales que repercuten en el bienestar social, según opiniones de quienes consideran a las offshore en el limbo entre lo legal y lo moral.
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