Cuando quedan poco menos de cinco meses para las elecciones presidenciales en EE.UU., la campaña se le pone muy cuesta arriba al virtual candidato republicano, Donald Trump, que bate récords de impopularidad y naufraga en las encuestas.
Como si hubiera visto un pájaro de mal agüero, Trump, que el pasado martes cumplió 70 años, parece haber perdido la aureola de “ganador” de la que presume hasta la saciedad en los mítines.
Los observadores coinciden en que el órdago del polémico magnate por la Casa Blanca atraviesa una grave crisis, alentada por sus polémicas xenófobas y las incesantes críticas de dirigentes de su propio partido, que digieren con desasosiego sus dislates.
Para muestra, un botón: la impopularidad de Trump que arrojan los sondeos de intención de voto carece de parangón en la historia moderna de las campañas presidenciales en EEUU.
Según una encuesta divulgada esta semana por la cadena ABC News y el diario The Washington Post, el 70% del electorado tiene una imagen desfavorable del multimillonario neoyorquino, que nunca ha ocupado antes un cargo político. La candidata oficiosa del Partido Demócrata para los comicios presidenciales del 8 de noviembre, la ex secretaria de Estado Hillary Clinton, tampoco recibe un gran aplauso en el estudio (55 por ciento de impopularidad), pero no sale tan mal parada.
Los resultados son más devastadores, si cabe, para el empresario de los hoteles y los casinos entre varios grupos clave para ganar las elecciones: los afroamericanos (94 por ciento de impopularidad), los hispanos (89%) y las mujeres (77%).
“Nadie ha sido elegido presidente de EE.UU. con un índice desfavorable del 70 por ciento”, advirtió Matthew Dowd, estratega jefe en la campaña de reelección de George W. Bush en 2004.
En la carrera por la Casa Blanca, Clinton sigue viendo a Trump por el retrovisor a una distancia notable, según la última encuesta publicada el viernes por la empresa Ipsos, elaborada en pleno debate esta semana sobre la masacre de Orlando.En el sondeo, el 45,5% de los votantes apoya a la ex secretaria de Estado, mientras el 34,8% se inclina por el multimillonario.
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CAE EL RESPALDO DEL PARTIDO REPUBLICANO
La debacle demoscópica del magnate coincide con un enfriamiento del respaldo institucional del Partido Republicano por dos controversias que han provocado el rechazo de líderes conservadores como el presidente de la cámara baja., Paul Ryan.
A comienzos de mes, Trump levantó una polvareda y fue acusado de racismo por sus críticas al juez Gonzalo Curiel, encargado del caso de presunto fraude de la universidad que lleva el nombre del empresario, por el mero hecho de tener raíces mexicanas.
El magnate también soliviantó esta semana a dirigentes republicanos con su plan de vetar la entrada de musulmanes en EE.UU. para combatir el terrorismo yihadista, en respuesta al ataque de Orlando (Florida), perpetrado el pasado domingo por un estadounidense de origen afgano que juró lealtad al grupo Estado Islámico (EI).
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