La decisión de la Corte Suprema de Estados Unidos con un empate 4-4 el jueves de la semana pasada y que bloquea los programas de alivio migratorio DAPCA y DACA, sometidos por el presidente Obama, afectan a miles de dominicanos y dominicanas indocumentados, al tiempo que el impacto se extiende a sus familiares inmediatos como esposas, esposos, hijas e hijos.
Entre tanto, reconocidos activistas de los derechos por los inmigrantes temen un aumento de las redadas de la policía migratoria (ICE), para detener y deportar a los inmigrantes, especialmente cuando las estadísticas revelan que el de Obama, es el gobierno que más extranjeros ha deportado en la historia de los Estados Unidos.
Pero la ICE mantiene el alegato de que sus redadas y detenciones en toda la nación, se enfocan exclusivamente a convictos condenados por una variedad de crímenes que van desde la combinación de delitos menores, hasta asesinatos, narcotráfico y violación sexual.
De ellos, cientos de dominicanos son repatriados cada año a su país natal, pero defensores arguyen que dentro de esa táctica, las autoridades migratorias cometen la injusticia de deportar son razones justificadas a muchos de esos inmigrantes.
Los referidos programas (DAPCA y DACA), fueron establecidos por Obama a través de una orden ejecutiva, que fue recurrida en las cortes por gobernadores de varios estados, hasta que el caso llegó al tribunal supremo, la semana pasada.
La orden, fue firmada por el mandatario norteamericano el 20 de noviembre de 2014 e incluye residenciar legalmente a cientos de estudiantes, conocidos en inglés como “Dreamers” (Soñadores), muchos de los cuales, incluyendo algunos dominicanos ya se han graduado en diferentes carreras universitarias.
Esos estudiantes, confrontan múltiples obstáculos para resolver asuntos institucionales, beneficiarse de préstamos académicos y otros que les abran las puertas en el mercado laboral de Estados Unidos.
Por Miguel Cruz Tejada
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