Washington (EE.UU.).- Los aspirantes a la nominación demócrata a la Presidencia de EE.UU. Bernie Sanders y Hillary Clinton se comprometieron este martes a no deportar niños ni inmigrantes indocumentados que no hayan cometido delitos y marcaron distancias con respecto a la política en este campo del presidente Barack Obama.
En un debate con moderación e intervenciones bilingües en español e inglés (aunque los aspirantes solo hablaron en inglés) organizado conjuntamente por Univisión y The Washington Post, Sanders y Clinton aseguraron que si son presidentes no deportarán a menores ni a sus familiares que no hayan cometido crímenes.
"Mi prioridad es deportar a criminales violentos", aseguró la ex secretaria de Estado, quien se apartó de la línea de Obama al indicar que "no comparte" las políticas migratorias de la "actual Administración", aunque evitando citar directamente al presidente.
Por su parte, el senador por Vermont lamentó que Obama "esté equivocado en la cuestión de las deportaciones" y dijo que está "en desacuerdo" con él.
También en materia de inmigración, Clinton volvió a recordar que su rival votó en 2007 en contra de una propuesta de reforma migratoria en el Senado promovida por el entonces senador Ted Kennedy, mientras que ella, que era senadora por Nueva York, la apoyó.
"Creo que la mayor oportunidad de sacar adelante una reforma migratoria integral fue en la propuesta de 2007. Yo voté a favor, Sanders en contra. Que la medida promovía el trabajo esclavista (como esgrime Sanders) fue una de las muchas excusas usadas para votar en contra", apuntó la ex secretaria de Estado.
Ante esta cuestión, Sanders recordó que en 2007 importantes asociaciones latinas también se posicionaron en contra de la propuesta migratoria al compartir con él sus temores de que esta amparaba la desprotección y explotación laboral de los inmigrantes.
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