Clase Azul vende botellas que van de US$100 a US$30.000 cada una, ha
sido servido en algunos asuntos muy exclusivos, incluyendo estrenos de
películas, el Screen Actors Guild Awards y celebridades.
La marca ha recorrido un largo camino desde su lanzamiento en 1997.
El fundador mexicano Arturo Lomeli admite que su primer tequila era de
bajo costo, “terrible” y envasado con un sombrero pegajoso y bigote.
Lomeli decidió volver a la escuela para obtener una maestría en
marketing de lujo para elevar su marca. Rápidamente aprendió sobre el
valor de elaborar un producto de mayor calidad en envases únicos
Los tequilas de Clase Azul se venden ahora en decantadores de
cerámica tallados a mano y pintados a mano que tienen la forma de
grandes molinillos de pimienta tipo restaurante.
“Empezamos a pensar en términos de exclusividad, en términos de dar
lo mejor que podemos a aquellos que realmente pueden apreciarlo”, dijo.
Lomeli dijo que primero fue conocido como un artesano de tequila de
gama alta en 2007 cuando lanzó una botella de US$1,200 de ámbar oscuro
Clase Azul Ultra. Se trataba simplemente de causar un revuelo en la
escena de tequila, en lugar de convertirse en un producto duradero.
“No nos imaginábamos que íbamos a estar en el negocio de vender botellas súper caras con regularidad”, dijo.
Lomeli se considera afortunado de que lanzó sus espíritus de lujo
como los estadounidenses estaban recibiendo un gusto por el tequila
premium.
Las ventas estadounidenses de tequila de gama alta y “super premium”
han aumentado en un 67% en la última década, superando recientemente las
ventas de variedades más baratas, según el Consejo de Licores
Destilados.
La oferta más cara de Clase Azul con un precio de US$30,000 cuenta
con una botella de cerámica tachonada con artículos como el ámbar y el
oro de 24 quilates. Una colección de 15 botellas de lujo fue creada para
celebrar el 15 aniversario de Clase Azul.
Los licores de Clase Azul se hacen en México, pero Lomeli no tiene
planes de comercializar el producto a sus compatriotas, aunque vende
algunas botellas a los ricos turistas estadounidenses en los balnearios
de Cancún y Los Cabos.
En cambio, Clase Azul se concentra en los mercados de exportación de los Estados Unidos y Europa.
“Decidimos no vender a los mexicanos desde el principio porque es difícil hacerlos cambiar sus preferencias”, explica.
En 2016, la compañía vendió 234.000 botellas de Clase Azul, con ventas de Estados Unidos un 46% más que el año anterior.
Lomeli dice que su tequila es para saborear, no mezclar en un cóctel o tomar como un tiro.
“Queremos que la gente pruebe el tequila, para hacer que borren esa
mala memoria que cada persona tiene sobre el tequila de baja calidad”,
dijo. “Puedes disfrutarla y disfrutarla bien sin tener esa pesadilla de
resacas”.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario