Su cabeza tenía precio. Durante décadas lo buscaron e incluso
llegaron a ofrecer US$100.000 a quien entregara información que
permitiera capturarlo “vivo o muerto”.
Donald Eugene Webb llegó a ser el prófugo que más
tiempo pasó -más de 25 años- en la lista de los 10 delincuentes más
solicitados por el Buró Federal de Investigaciones de Estados Unidos
(FBI).
Su nombre fue añadido el 4 de mayo de 1981 y retirado el 31 de marzo de 2007.
Pero las pesquisas para hallarle se extendieron por 37 años
. Comenzó el 31 de diciembre de 1980 y concluyó este lunes, cuando las
autoridades confirmaron que el viernes pasado encontraron sus restos
enterrados en el jardín de la que fue su casa en Massachusetts y donde
aún reside su viuda.
De seguir vivo, en estos momentos tendría unos 86 u 89 años (el dato
no está claro pues tenía dos fechas distintas de nacimiento).
Pero, ¿cómo logró Webb evadir durante tanto tiempo la justicia estando en un lugar tan obvio?
Control de tráfico
En la tarde del 4 de diciembre de 1980, Webb fue detenido durante un
control de tráfico por Gregory Adams, jefe del departamento de policía
de Saxonburg Borough, en el condado de Butler, en el noroeste de
Pennsylvania.
Para entonces, Webb ya estaba solicitado por las autoridades federales por el robo de una joyería
en Albany, en el área de Nueva York; y -según creen las autoridades- se
encontraba en Saxonburg ese día buscando un nuevo blanco.
En ese encuentro, Adams, que entonces tenía 31 años, fue golpeado en
el rostro y la cabeza con un objeto contundente; y recibió dos disparos a
quemarropa que le causaron la muerte.
Tres semanas más tarde, las autoridades encontraron el vehículo de
Webb, un Mercury Cougar, en un estacionamiento en Warwick (Rhode
Island), lo que les hizo pensar que había regresado a Massachusetts.
La evidencia hallada en el vehículo y en el lugar del crimen hacía pensar que Webb también había resultado herido, probablemente en una pierna.
El 31 de diciembre de 1980 fue emitida una orden de captura en su contra.
Identidades falsas
Webb no parecía difícil de identificar. Tenía una pequeña cicatriz en
su mejilla derecha y otra en el antebrazo derecho. También tenía
tatuadas las letras “Don” en su mano derecha y el nombre “Ann” en su
pecho.
Además, le gustaba vestir con ropa llamativa.
Sin embargo, también era un maestro para asumir identidades falsas.
Según la información que divulgaba el FBI durante su búsqueda, se le conocían hasta 9 alias y hasta seis “ocupaciones” distintas : desde carnicero hasta vendedor de joyas, pasando por técnico de máquinas expendedoras y gerente de restaurantes.
Un cuarto secreto
Es posible que estas habilidades le hayan ayudado a evadir a la
justicia. Sin embargo, los últimos hallazgos del caso parecen apuntar
hacia algo más sencillo.
Durante una búsqueda relacionada con otro caso, las autoridades
policiales realizaron un registro en la vivienda donde reside la viuda
de Webb, Lillian, de 82 años.
Allí descubrieron, según la prensa local, que a través de un armario se podía acceder a una habitación secreta y en esta encontraron un bastón.
El descubrimiento encendió las alarmas y llevó a la viuda de Adams a
preparar una demanda en contra de Lillian para acusarla por haber
ayudado a ocultarse a un prófugo de la justicia.
“El bastón era significativo porque durante mucho tiempo se creyó que
el comisario Adams hirió a Webb en la pierna y que él podía necesitar
ayuda para caminar”, dijo Thomas King III, abogado de la viuda de Adam
al medio The Daily Beast .
King también ha dicho que ante la situación, Lillian optó por
negociar un acuerdo con las autoridades y reveló el lugar donde se
hallaba enterrado Webb a cambio de inmunidad.
Tras el hallazgo de los restos aún quedan varias incógnitas por
revelar, incluyendo la causa de su muerte y si realmente pasó todos esos
años encerrado en esa habitación secreta detrás del armario.
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