El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, afirmó que espera nominar la próxima semana a su candidato para ocupar la vacante dejada por la jueza Ruth Bader Ginsburg en el Tribunal Supremo, y que seguramente será una mujer.
"Puedo ver que lo más probable es que sea una mujer. Si alguien me preguntara ahora, diría que una mujer en primer lugar. La elección de una mujer diría que sería ciertamente apropiado", apuntó Trump a los periodistas en la Casa Blanca antes de partir hacia Carolina del Norte, donde tiene previsto dar un mitin esta tarde.
Preguntado sobre el momento en que presentará a su nominado al Supremo, el presidente respondió: "Creo que la elección será la próxima semana".
Trump indicó que tiene una lista de unas 45 personas para elegir.
Los periodistas le preguntaron sobre dos juezas, la latina Barbara Lagoa y Amy Coney Barrett, dos magistradas que Trump ha dicho que le gustan al líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, a lo que el mandatario respondió que "ambas son muy respetadas".
Trump también fue cuestionado por el hecho de que vaya a presentar un nominado al Supremo antes de las elecciones del próximo 3 de noviembre, cuando los republicanos bloquearon que el expresidente Barak Obama lo hiciera en 2016 antes de los comicios de ese año.
"Eso es consecuencia de perder unas elecciones", señaló Trump.
Horas antes el mandatario había instado en Twitter a los republicanos a cubrir "sin demora" la vacante dejada en el Tribunal Supremo por Bader Ginsburg, que falleció el viernes a los 87 años.
Dirigiéndose al Partido Republicano, Trump tuiteó: "Se nos ha puesto en una posición de poder e importancia para tomar decisiones por la gente que nos eligió con orgullo, de las que la más importante ha sido considerada durante largo tiempo la selección de los jueces del Tribunal Supremo de EE.UU. ¡Tenemos esta obligación, sin demora!"
El fallecimiento de la jueza ha desatado un pulso entre republicanos y demócratas sobre la búsqueda de un sustituto, un asunto que cambiará radicalmente la dinámica de la campaña para las elecciones presidenciales.
El Tribunal Supremo de EE.UU. está compuesto por nueve magistrados con puestos vitalicios que tienen el poder de cambiar las leyes del país durante décadas. Hasta el fallecimiento de Bader Ginsburg, el alto tribunal contaba con 5 magistrados conservadores y 4 progresistas.
Los jueces son nombrados por el presidente y tienen que ser confirmados por el Senado.
Para la derecha cristiana, el Tribunal Supremo es un asunto central y, por eso, este mismo mes, Trump renovó su promesa de nombrar a jueces que se opongan al aborto y prometan proteger el derecho a portar armas.
Poco después del anuncio de la muerte de Bader Ginsburg, el líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, publicó un comunicado en el que se comprometió a someter a voto al candidato que Trump seleccione para la corte.
Por su parte, el candidato demócrata a la Casa Blanca, Joe Biden, consideró anoche que el presidente de EE.UU. que salga elegido en las urnas el 3 de noviembre deber ser quien elija a un sustituto para Bader Ginsburg.
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