La empresa que ha recuperado cubiertos de plata, porcelana y monedas de oro de los restos del Titanic ahora pretende sacar el telégrafo que transmitió los mensajes de auxilio cada vez más desesperados de la nave antes de hundirse.
Los abogados de R.M.S. Titanic Inc. presentaron el jueves a testigos para que explicaran a una jueza por qué debe autorizarse a la compañía ingresar en los restos del trasatlántico para retirar el aparato antes de que sea irrecuperable.
“Es un artefacto icónico, como las bengalas” lanzadas desde el Titanic cuando se hundía, testificó David Gallo, oceanógrafo retirado de la Institución Oceanográfica Woods Hole y que ahora es consultor pagado por la firma.
Gallo, que testificó ante la corte federal en Norfolk, Virginia, dijo que recuperar la máquina no sería un robo, sino una manera de vincular a las personas con el legado del trasatlántico y honrar a sus pasajeros.
La jueza federal Rebecca Beach Smith, la jurista marítima que presidente los asuntos de recuperación de piezas del Titanic, dijo que era muy pronto para que emita alguna decisión. Señaló que necesitaba más detalles y propuso fijar otra audiencia para una futura fecha.
El Titanic viajaba de Inglaterra a Nueva York cuando colisionó con un iceberg a las 11:40 de la noche del 14 de abril de 1912. El enorme transatlántico de lujo transmitió mensajes de auxilio con el relativamente nuevo sistema inalámbrico de radio de Marconi.
Los mensajes fueron captados por otros barcos y estaciones receptoras en tierra. Algunos decían: “Solicitamos asistencia inmediata”... “Chocamos con un témpano de hielo y nos hundimos”... “Estamos poniendo a las mujeres en los botes”.
El barco se hundió en menos de tres horas, y de las 2.208 personas a bordo, sólo sobrevivieron 700.
Un equipo internacional encabezado por el oceanógrafo Robert Ballard ubicó los restos en 1985 en el lecho marino del Atlántico norte, a unos 645 kilómetros (400 millas) de Terranova, Canadá.
RMS Titanic Inc. alega que se acaba el tiempo para recuperar el telégrafo. El aparato es descrito como “la voz” del Titanic que envió las últimas palabras del trasatlántico.
La máquina se ubicaba en un compartimento de la cubierta de la nave. Un gimnasio ubicado al otro lado de la escalinata se ha derrumbado. El techo que se encuentra sobre el telégrafo ha comenzado a perforarse.
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