La tensión se mantiene este sábado en Haití tras
la protesta multitudinaria celebrada el jueves contra el presidente del
país, Jovenel Moise, y las movilizaciones convocadas por la oposición
continúan a pesar del llamamiento a la calma y al diálogo realizado el
viernes por el mandatario.
Centenares de personas se han movilizado en Carrefour, zona norte de
la capital, donde los manifestantes han quemado neumáticos y levantado
barricadas, cortando todas las conexiones de Puerto Príncipe con los
cuatro departamentos del país.
Otras zonas de la capital también permanecen bloqueadas, apenas hay
transporte y los negocios del centro de la ciudad continúan cerrados, al
igual que en la zona de Petionville, donde se registraron sucesos
violentos durante las protestas de esta semana y en cuyas calles aún hay
vehículos quemados y vidrios rotos.
Precisamente, Petionville, junto con Puerto Príncipe y Croix Des
Bouquets, los tres grandes municipios de la zona metropolitana, así como
Saint Marc y Jacmel han suspendido las actividades previas al carnaval
que se iban a celebrar durante el fin de semana, como consecuencia de
las protestas.
Además, persiste la escasez de gasolina, puesto que la situación de
incertidumbre e inseguridad complica la distribución, de modo que muchas
estaciones de combustible permanecen cerradas y, en las que están
abiertas, se han formado largas filas de vehículos para repostar.
El presidente Moise llamo este viernes a la oposición a dialogar
“abiertamente” para buscar soluciones a la crisis que atraviesa el país,
tras dos días de protestas que dejaron cinco muertos en la capital y
otras ciudades, y mediante las que los convocantes buscan forzar la
caída del gobernante, que asumió el poder hace dos años.
Según la oposición y diversos sectores de la sociedad civil, la
dimisión de Moise debe ser el primer paso para iniciar un proceso
judicial que aclare lo sucedido con los fondos de Petrocaribe.
El jueves se produjeron multitudinarias manifestaciones contra el
Gobierno en Puerto Príncipe y otros puntos del país, donde murieron dos
personas, y el viernes hubo otras tres víctimas mortales en Gonaives
(norte), presuntamente, a manos de agentes de la Policía, según narraron
a Efe testigos presenciales del suceso.
Esta semana, el primer ministro de Haití, Jean Henry Ceant, anunció
acciones contra personas involucradas en la malversación de fondos de
Petrocaribe, después de que una auditoría presentada la semana pasada
por el Tribunal de Cuentas revelara irregularidades entre 2008 y 2016 en
este programa, por el cual Venezuela suministra petróleo al país a
precios y condiciones de pago blandas.
Unos 15 exministros y actuales funcionarios están involucrados en
este caso, así como una empresa que dirigía el presidente Moise, según
el informe, de 288 páginas.
Asimismo, revela que muchos de los fondos fueron destinados a
proyectos sin planificación, sin estudios, sin respetar los procesos
legales, además, que se realizaron transferencias de dinero sin control y
que decenas de compañías cobraron sin haber terminado las obras.
La auditoría cifra en 4.000 millones de dólares los fondos generados
mediante este programa, la mitad de los cuales deberá pagar Haití en 25
años.
Haití, el país más pobre de América, atraviesa desde el año pasado
por serias dificultades en los planos político, económico y social,
agudizadas por las protestas callejeras en contra de la corrupción y la
impunidad.
La situación se agravó este año por una fuerte depreciación del
gourde y por la crisis de electricidad derivada de la escasez de
gasolina, y el país tampoco ha logrado aprobar su presupuesto para este
año, de 1.650 millones de dólares, el cual fue rechazado el pasado mes
por la Cámara de Diputados tras argumentar que ese no satisface a la
cámara.
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