El humilde minero Saniniu Laizer halló un tesoro en las profundidades de la tierra que le cambió la vida repentinamente.
Laizer encontró dos rocas de tanzanita, un mineral típico del norte de Tanzania y una de las piedras preciosas más raras del mundo, y recibió por ellas unos US$3,4 millones de parte del Ministerio de Minerales.